Por: Alfredo Asturias
Tripiarse el amanecer, tripearse la levantada, tripearse la caminata matutina, tripearse el ritual espiritual mañanero, tripearse el camino al trabajo, tripearse el trabajo, tripearse el almuerzo, tripearse la tardecita y todo lo que ella conlleva, tripearse el regreso a casa, tripearse la cena, tripearse una buena lica o un libro, tripearse el ritual espiritual nocturno y tripearse la dormida. Los viajes, las salidas a cenar, al cine, al teatro, los conciertos, una fiesta…el sexo, en fin, todo puede ser un trip, todo debe ser un trip, el buen trip es obligatorio, para eso estamos acá, para apreciar y disfrutar de cada momento y de cada situación.
Pero ¿De qué depende que nuestro día sea un trip o una pesadilla? ¿Qué hace la diferencia? Durante la etapa de mi niñez y adolescencia temprana yo tenía muy marcada esta diferencia, yo vivía en un trip intenso todas las situaciones de mi vida, yo de verdad me disfrutaba todo al máximo, el fut y los demás deportes, los cuates, Amati, Manzanales, los primos, la comida…todo era un trip…Hasta que tocaba el colegio, estudiar, hacer deberes. Ese era el otro lado de la moneda, eso no me gustaba, no lo disfrutaba, tenia una ACTITUD NEGATIVA ante todo eso.
Entonces empecé a tener consecuencias y mi adolescencia dejó de ser un trip, ya no me lo disfruté. Luego empecé a oír historias de personas que yo conocía y que fumaban marihuana y que me decían que con la marihuana todo era un trip, y q la probé. Al principio sí, cuando estaba bajo los efectos de la marihuana, una o dos horas al día, me tripeaba todo, pensé que había descubierto el secreto de la felicidad, pero no, me equivoqué. Al poco tiempo yo ya dependía de la marihuana, mi vida estaba estancada y ya ni me pegaba igual, lo único que me hacía era darme una hueva terrible y paralizarme, eso tampoco funcionaba. Entonces gracias a Dios entré en una etapa de mi vida totalmente diferente, de aprendizaje y crecimiento, dejé de consumir, me enfoqué en mi persona y tuve la disposición de dejarme guiar, ser obediente y honesto. Mi vida empezó a cambiar para bien, todo empezó a fluir, despacio pero para adelante, empecé a sentirme bien y a aprender muchas cosas nuevas, estaba contento. Ya una vez resuelto lo urgente, empecé a entrarle a lo importante, para mí era muy importante volver a vivir ese sentimiento de chiquito cuando me tripeaba cada minuto de mi vida. Ya sabría que no era con factores externos a mí como las drogas, el alcohol o las relaciones en secreto. No era hacer solo lo que me gustaba la respuesta, no era el pisto, no era la chava, no era el carro, no eran los cuates, no era la familia, no era un buen chance…Entonces ¿Qué era?
Primero la capacidad de vivir en el aquí y el ahora. No es fácil porque el proyectarnos es parte de los mecanismos de defensa que utiliza nuestro cerebro para protegernos de posibles situaciones amenazantes. Nuestro cerebro es como una computadora, se ha venido programando desde muy temprana edad con toda la información que hemos percibido de nuestro medio ambiente, algunos estamos programados con el programa del rechazo otros el del abandono, otros del abuso, otros de la incongruencia, otros con el de la baja autoestima, otros con los limites excesivos, otro con el de cero límites…algunas personas tienen varios de estos programas. Esto marca nuestra forma de percibir todos los eventos que nos van sucediendo en nuestra vida y nuestra forma de reaccionar ante ellos. Pensamiento, sentimiento y reacción.
Todo sentimiento esta precedido por un proceso mental, este pensamiento nos produce un sentimiento y reaccionamos acorde a este sentimiento. Ahí está la clave del buen trip, en el control de nuestros pensamientos, nosotros podemos escoger lo que queremos pensar, a cuáles pensamientos son los que les queremos poner mas atención y cuales debemos dejar pasar sin engancharnos. Como nuestro antiguos programas mentales están tan arraigados, esto no es tan fácil de hacer, hay que trabajar en un proceso de re programación positiva y esto lleva tiempo y esfuerzo, aunque los resultados nos cambian la vida. Hay cosas que podemos hacer para ayudarnos a re programar nuestros patrones aprendidos de pensamiento: Mindfulness, técnica de meditación también conocida como “atención plena”, de Jon Kabat-Zinn; Afirmaciones positivas, podemos utilizar el método de Louise Hay; practicar el agradecimiento, la oración, repetir mantras, etc.
Yo siempre me acuerdo de algo que oí una vez de alguien que no me recuerdo quien fue “Si tenemos un pie en el pasado y otro en el futuro, nos estamos cagando en el presente”. Con esta vulgaridad me despido, hasta la próxima.
Mi recomendación musical de este mes GENESIS… Principalmente los discos de la era de Peter Gabriel… From Genesis to Revelation, Trespass, Nursery Crime, Foxtrot, Selling England by the Pound, The Lamb Lies Down on Broadway, A Trick of a Tail…