El resultado de los repetidos fracasos en el tratamiento de la adicción, fue que los mismos enfermos empezaron a buscar su propia respuesta, en vista de que nadie más se las podía dar. Este movimiento hizo que los enfermos se convirtieran en sus propios médicos, psicólogos, y guías espirituales.
Los primeros que tuvieron éxito en la recuperación de alcohólicos o drogadictos fueron los grupos de Alcohólicos Anónimos y Narcóticos Anónimos. El primero, se formó en 1,935 en los Estados Unidos. Sus dos primeros miembros fueron hombres muy educados, un médico y un corredor de bolsa. Ambos habían tratado de recuperarse del alcoholismo a través de la psicología, la medicina, y la religión; pero no obtuvieron resultados. Por este motivo, ellos mismos decidieron estudiar su condición, y ayudarse mutuamente a encontrar la fórmula efectiva para dejar de tomar.
Estos dos grandes hombres combinaron conocimientos de medicina, psicología y teología de tal forma, que desarrollaron un programa de sobriedad y crecimiento humano muy completo y efectivo. Poco a poco, y gracias al éxito que se obtenía, este programa se fue propagando y fue aplicado a centenares de grupos con diferentes tipos de problemas, en todos los países del mundo.
Hoy en día, millones de personas en todos los países del mundo, siguen los doce pasos de Alcohólicos Anónimos, y están llegando a niveles de recuperación a veces más altos que los logrados por aquellos que nunca han tenido problemas serios en su cuerpo o en su espíritu. En 1,985 se llevó a cabo la reunión mundial para celebrar el cincuenta aniversario de su fundación. Para este evento, más de 64,000 personas de Alcohólicos Anónimos se reunieron en el estadio olímpico de Montreal, Canadá.
Después de observar los inigualables éxitos que A.A obtuvo durante diez años, en la recuperación de alcohólicos, el Dr. Jellinek de la universidad de Yale, decidió investigar los factores que explican la eficacia del tratamiento allí empleado. ¿Porqué lograban lo que nadie más había logrado hacer? En octubre de 1,960, los estudios de Jellinek y su equipo desembocaron en la publicación de su libro clásico, “El concepto de la enfermedad del alcoholismo” en el cual se presenta el alcoholismo como una enfermedad primaria, con su propia causa, síntomas, prognosis y tratamiento. Aquí, Jellinek expone varios tipos de alcoholismo, y describe el proceso adictivo según lo había estudiado entre los miembros de Alcohólicos Anónimos, y entre los pacientes con quienes había trabajado.
El Dr. Jellinek encontró lo siguiente en Alcohólicos Anónimos:
Consideraban el alcoholismo como una enfermedad primaria, con su propia causa, síntomas y prognosis.
Explicaban su enfermedad como una reacción alérgica. Esta reacción les producía una compulsión física cuando entraban en contacto con el alcohol. Se sentían impotentes, perdían el control de su consumo, y el alcohol tomaba el control del cuerpo. La pérdida de control empeoraba si seguían bebiendo. Una vez adquirida esta pérdida de control, jamás se volvían a recuperar. De esta manera, se entendía que el proceso de recuperación y de vigilancia debía mantenerse por toda la vida. La enfermedad era progresiva y crónica.
La necesidad, los deseos, el malestar que creaba esta alergia, conllevaba a una obsesión mental por conseguir la droga y justificar el consumo.
Los efectos del alcohol, combinados con el uso de mecanismos inconscientes para justificar su repetido y creciente consumo, lograban aliviar la ansiedad y el sentimiento de culpa, lo cual alejaba al alcohólico de la realidad de su problema. Por consiguiente, la parte mental de la enfermedad consistía en un sistema de negación y autoengaño. El enfermo consideraba que sus problemas eran ocasionados por otras cosas, y no por la droga o el alcohol. Mentalmente, poseía un excelente mecanismo para evadir la realidad.
El primer paso de recuperación para los Alcohólicos Anónimos consistía en una abstinencia total de alcohol, para siempre.
Una vez lograda la abstinencia, con la cual se imponían un alto a la parte biológica de la enfermedad, trataban de ir eliminando todos los síntomas mentales y emocionales que formaban parte de su adicción y del sistema de autoengaño, del cual resultaba una negación absoluta del verdadero problema.
El proceso de recuperación les lleva a valorizarse y a lograr un despertar espiritual; a estrechar sus lazos con Dios y con sus familiares.
Finalmente, el servicio a otros alcohólicos era un ingrediente muy importante en el proceso de recuperación.
En resumen, A.A decía que el alcoholismo era una enfermedad que comprendía tres partes:
FÍSICA: Por la alergia que se desarrollaba hacia la sustancia (el alcohol o la droga).
MENTAL: Por el componente de negación del problema o de su relación con el consumo de alcohol.
ESPIRITUAL: Por la pérdida de uno mismo y el distanciamiento de la familia y de Dios.
La obra del Dr. Jellinek confirmó muchas de las características de las cuales hablaban los A.A No obstante, el Dr. Jellinek y sus seguidores, con el tiempo, empezaban a hablar más de un desequilibrio químico, que de una alergia. Los A.A ponían énfasis en una pérdida de control y en un tipo de alcohólico al que él llamó alcohólico gamma. Pero Jellinek no se detuvo allí, sino que propuso una completa clasificación de alcohólicos en diversos tipos, algunos de los cuales no experimentaban la pérdida de control de la misma manera. También señaló que el alcoholismo se repetía en distintas generaciones de una misma familia, y expuso, en una forma muy clara, los síntomas que observó en los alcohólicos estudiados. Todos presentaban una sintomatología parecida, la cual estaba presente también en muchas de las diversas clases de adicciones de una forma marcada, como se puede observar en la “tabla de la alcoholomanía de Jellinek.