La escuela como institución sostiene dos ejes fundamentales en su trabajo: lo sistemático y lo cotidiano, por lo tanto la posibilidad de realizar proyectos de prevención secuenciados y la evaluación de resultados es una opción indesechable.
Lo cotidiano, se desarrolla en el ambiente del aula, ( la relación entre compa‚eros, las relaciones alumnos-profesores, profesores entre si, etc.) y los vínculos que allí se manifiestan cuentan con la facilidad de favorecer una verdadera comunicación, abrir el diálogo y construir nuevas relaciones.
Lo sistemático, abarca la tarea del aprendizaje y la ense‚anza en la escuela como institución, lo planificado, lo proyectado y lo evaluado, instancias más que ejercitadas por los educadores, y que facilitan la programación y gestión de propuestas específicas.
Actualmente sabemos que el conocimiento por si solo no basta para cambiar actitudes y conductas, recordemos frases como ” si, lo entiendo pero no lo puedo cambiar…”, ” Pensar que es tan inteligente y no se da cuenta…”.
Cambiar actitudes tampoco es suficiente para cambiar conductas, pero existen algunas consideraciones a tener en cuenta para la ense‚anza de contenidos actitudinales, valores y creencias en los programas de prevención de adicciones. Según estudios realizados en Madrid, en el plan nacional de prevención de drogas ( a‚o 1,994-1,997) Se han obtenido resultados positivos con un nuevo tipo de programas que ense‚an a tomar conciencia del impacto de las diferentes influencias sociales ( POR EJEMPLO LA PRENSA, LOS MODELOS DE LOS ADULTOS, Y EL GRUPO DE AMIGOS ). Aumentan la asertividad y las habilidades para rechazar la presión social, proporcionando oportunidades para hacer ensayos de conducta, con el fin de ayudar a los estudiantes a resistir la oferta de consumo de drogas y alcohol.
Implican activamente a los chicos en programas de educación para la vida, que trabajan contenidos conceptuales ( información específica ), procedimentales (habilidades personales), actitudinales (desarrollo de actitudes, creencias y valores saludables).
Así como sucede con los contenidos curriculares de la escuela, el currículum sobre prevención debería ser eficaz, esto es, poseer contenidos veraces y globales, mÈtodos variados, sensibilidad cultural y pertenencia a las etapas de desarrollo.