La marihuana es una mezcla verde o gris de flores secas cortadas en trocitos de la planta Cannabis sativa. Existen más de 200 palabras comunes para la marihuana incluyendo “pot,” “herb,” “weed,” “boom,” “Mary Jane,” “gangster,”y “chronic.” Usualmente se fuma como un cigarrillo llamado “joint” o “nail” o utilizando una pipa. En los últimos años se ha encontrado “blunts”, o cigarrillos en los que se ha reemplazado el tabaco por marihuana, muchas veces combinada con otra droga como el crack. Algunos usuarios también mezclan la marihuana con alimentos o la usan para hacer té.
El principal ingrediente activo en la marihuana es el THC (delta-9-tetrahydrocanabinol). En 1988 se descubrió que las membranas de ciertas células nerviosas contenían receptores de proteína que se ligaban al THC. Una vez fijo en su lugar, el THC desencadena una serie de reacciones celulares que, a la larga, producen el estímulo que sienten los usuarios al fumar la marihuana. Los efectos a corto plazo del uso de la marihuana incluyen problemas con la memoria y el aprendizaje, percepción distorsionada, dificultad para pensar y resolver problemas, perdida de la coordinación y un aumento en el ritmo cardíaco, ansiedad y ataques de pánico.
Los científicos han descubierto que las sensaciones positivas o negativas experimentadas por un individuo después de fumar marihuana, están directamente relacionadas con la genética. Un estudio reciente mostró que los gemelos idénticos tienen mayor probabilidad de reportar respuestas similares al uso de marihuana que gemelos no idénticos, indicando así una base genética para sus sensaciones. Los gemelos idénticos tienen los mismos genes y los gemelos fraternos comparten más o menos la mitad de sus genes. Factores ambientales tales como la disponibilidad de la marihuana, las expectativas sobre su efecto, la influencia de amistades y contactos sociales y otros factores que serían diferentes hasta para los gemelos idénticos han demostrado tener un efecto importante. Sin embargo, tambien se descubrió que el ambiente familiar de los gemelos no tiene ninguna influencia detectable sobre los efectos de la marihuana antes de los 18 a‚os de edad.
Peligros para la salud
Efectos de la marihuana en el cerebro
Los investigadores han encontrado que el THC cambia la manera como la información sensora llega y es procesada por el hipocampo. El hipocampo es un componente del sistema límbico del cerebro que es crucial para la memoria del aprendizaje, y la integración de experiencias sensoriales con emociones y motivaciones.
Las investigaciones han demostrado que las neuronas del sistema de procesamiento de información del hipocampo y la actividad en las fibras nerviosas son reprimidas por el TCH. También, los investigadores han encontrado un deterioro de los patrones de conducta aprendidos, también dependientes del hipocampo.
Recientes investigaciones tambiÈn indican que el uso prolongado de la marihuana produce cambios en el cerebro similares a los vistos despuÈs del largo uso de otras drogas que son frecuentemente abusadas.
Efectos en los pulmones
La persona que fuma marihuana frecuentemente puede tener los mismos problemas respiratorios de los fumadores de tabaco. Estas personas pueden tener tos y flema a diario, síntomas de bronquitis crónica, y mayor frecuencia de catarros. El uso continuo de la marihuana puede llevar al funcionamiento anormal del tejido pulmonar, debido a su destrucción o trauma.
Efectos en la frecuencia cardiaca y la tensión arterial
Resultados recientes indican que la práctica de fumar marihuana e inyectarse cocaína al mismo tiempo puede causar un marcado aumento de la frecuencia cardiaca y la tensión arterial. En un estudio, se dio marihuana sola, cocaína sola y luego una combinación de ambas a usuarios frecuentes de estas dos drogas. Cada droga sola produjo efectos cardiovasculares; al combinarlas, esos efectos se intensificaron y duraron más. La frecuencia cardiaca de los sujetos del estudio aumentó 29 latidos por minuto con marihuana sola y 32 latidos por minuto con cocaína sola. Al administrarlas juntas, la frecuencia cardiaca aumentó en 49 latidos por minuto, y ese aumento persistió por más tiempo. Las drogas se administraron a los sujetos mientras estaban en reposo. En condiciones normales, una persona puede fumar marihuana e inyectarse cocaína y luego hacer algo causante de estrÈs físico lo cual puede aumentar mucho el riesgo de sobrecarga del sistema cardiovascular.
Efectos del uso frecuente de la marihuana en el aprendizaje y la conducta social
Un estudio en estudiantes universitarios mostró que ciertas habilidades críticas relacionadas con la atención, la memoria y el aprendizaje están alteradas en aquellas personas que usan marihuana con mucha frecuencia, aún despuÈs de descontinuar su uso por 24 horas. Los investigadores compararon 65 “usuarios frecuentes” que habían fumado marihuana con una frecuencia media de 29 en los últimos 30 días, y 64 “usuarios menos frecuentes” quienes habían fumado con una frecuencia media de 1 en los últimos 30 días. DespuÈs de una abstinencia de 24 horas, estrictamente controlada, a la marihuana y otras drogas ilícitas y al acohol, los estudiantes recibieron pruebas estandarizadas para medir aspectos de la atención, memoria y aprendizaje. Comparados con los usuarios poco frecuentes, los usuarios frecuentes de marihuana cometieron más errores y tuvieron mayor dificultad para mantener la atención, cambiar la atención en respuesta a las demandas del ambiente, y registrar, procesar y utilizar información. Los resultados sugieren que el mayor impedimento por parte de los usuarios frecuentes está probablemente asociado con una alteración de la actividad cerebral producida por la marihuana.
Estudios longitudinales sobre el consumo de marihuana por parte de jóvenes por debajo de la edad universitaria indican que los usuarios tienen menor rendimiento que los no usuarios, mayor aceptación de comportamientos anormales, mayor comportamiento delincuente y agresión, mayor rebeldía, relaciones mas dificultosas con sus padres y mayores asociaciones con amigos delincuentes y que consumen drogas.
Las investigaciones tambiÈn muestran mayor propension al enojo y comportamiento regresivo (chuparse el dedo y episodios de “rabietas”) en los infantes cuyos padres consumen marihuana que entre los infantes de padres no usuarios.
Efectos en el embarazo
Cualquier sustancia que se abuse puede afectar la salud de la madre durante el embarazo y este es un período en el que ella debe cuidarse con especial atención. El abuso de sustancias puede interferir con una nutrición y descanso adecuados, lo cual puede afectar el buen funcionamiento del sistema inmunológico. Algunos estudios han encontrado que los bebÈs de madres que usaron marihuana durante el embarazo tienden a ser más peque‚os que los de las embarazadas que no utilizaron la droga. En general, los bebÈs de menor tama‚o tienden a desarrollar problemas de salud.
La madre lactante que usa marihuana pasa parte del TCH a su bebé a través de la leche materna. Las investigaciones han encontrado que el uso de la marihuana por parte de la madre durante el primer mes de lactancia puede impedir el desarrollo motor (control del movimiento de los músculos) del bebé.
Potencial adictivo
Una droga es adictiva cuando causa un deseo de búsqueda y consumo compulsivo e incontrolable, a pesar de los efectos adversos sociales y sobre la salud. La marihuana cumple con estos requisitos. Anualmente, más de 120.000 personas buscan tratamiento para su adicción primaria a la marihuana. Además, estudios hechos en animales indican que la marihuana puede causar dependencia física y algunas personas han reportado síntomas asociados con la abstención o supresión.
Alcance del uso
Estudio de observación del futuro(MTF)*
El estudio de observación del futuro financiado por NIDA evalúa anualmente el uso de drogas por estudiantes de 8%, 10% y 12% grados de secundaria y adultos jóvenes en todo el país. DespuÈs de disminuir por más de una década, el uso de marihuana entre los estudiantes comenzó a aumentar a principios del decenio de los 90. Entre 1996 y 1997, el uso de marihuana al menos una vez (uso durante la vida) por los estudiantes de 10° y 12° grados aumentó, continuando la tendencia observada en a‚os recientes. La tasa de uso de marihuana durante la vida es la mayor que se ha registrado desde 1987, pero todas las tasas de uso permanecen bien por debajo de las observadas a fines de los a‚os 70 y principios de los 80. El uso de marihuana durante el último a‚o y durante el último mes no cambió significativamente entre 1996 y 1997 en ninguno de los tres grados, lo que sugiere que podrían estarse moderando los marcados aumentos de los a‚os recientes. El número de estudiantes que usaron marihuana a diario en el último mes aumentó entre los estudiantes de 12° grado, pero disminuyó entre los de 8° grado; este modelo de aumento en el uso por los estudiantes mayores y de estabilidad o disminución en el uso por los estudiantes más jóvenes se observó en varios indicadores en el estudio realizado en 1997.
Porcentaje de estudiantes de 8 grado usuarios de marihuana:
Estudio de observación del futuro
Uso alguna vez |
10.2% | 11.2% | 12.6% | 16.7% | 19.9% | 23.1% | 22.6% |
---|---|---|---|---|---|---|---|
Uso en el último año |
6.2 | 7.2 | 9.2 | 13.0 | 15.8 | 18.3 | 17.7 |
Uso en el último mes |
3.2 | 3.7 | 5.1 | 7.8 | 9.1 | 11.3 | 10.2 |
Uso diario en el último mes |
0.2 | 0.2 | 0.4 | 0.7 | 0.8 | 1.5 | 1.1 |
1991 | 1992 | 1993 | 1994 | 1995 | 1996 | 1997 |
Porcentaje de estudiantes de 10o grado usuarios de marihuana:
Estudio de observación del futuro
1991 | 1992 | 1993 | 1994 | 1995 | 1996< | 1997 | |
Uso alguna vez |
23.4% | 21.4% | 24.4% | 30.4% | 34.1% | 39.8% | 42.3% |
Uso en el último a‚o |
16.5 | 15.2 | 19.2 | 25.2 | 28.7 | 33.6 | 34.8 |
Uso en el último mes |
8.7 | 8.1 | 10.9 | 15.8 | 17.2 | 20.4 | 20.5 |
Uso diario en el último mes |
0.8 | 0.8 | 1.0 | 2.2 | 2.8 | 3.5 | 3.7 |
Porcentaje de estudiantes de 12o grado usuarios de marihuana:
Estudio de observación del futuro
1979 | 1985 | 1991 | 1992 | 1993 | 1994 | 1995 | 1996 | 1997 | |
Uso alguna vez |
60.4% | 54.2% | 36.7% | 32.6% | 35.3% | 38.2% | 41.7% | 44.9% | 49.6% |
Uso en el último año |
50.8 | 40.6 | 23.9 | 21.9 | 26.0 | 30.7 | 34.7 | 35.8 | 38.5 |
Uso en el último mes |
36.5 | 25.7 | 13.8 | 11.9 | 15.5 | 19.0 | 21.2 | 21.9 | 23.7 |
Uso diario en el último mes |
10.3 | 4.9 | 2.0 | 1.9 | 2.4 | 3.6 | 4.6 | 4.9 | 5.8 |
Grupo de Trabajo de Epidemiológico Comunitario (CEWG)**
El resurgimiento de la marihuana continúa, especialmente entre los adolescentes. Las tasas de las salas de urgencias sobre el uso de marihuana aumentaron de 1994 a 1995 en 10 ciudades, el porcentaje de las admisiones a tratamiento aumentó en 13 áreas, y los porcentajes de la Previsión de Uso de Drogas (DUF) del Instituto Nacional de Justicia aumentaron para los arrestos juveniles en diversas áreas. En varias ciudades, como Minneapolis/St. Paul, se ha notado un aumento en las cifras relacionadas con el tratamiento, particularmente entre jóvenes. Existen dos factores que pueden estar contribuyendo a este enorme salto de consecuencias adversas: mayor potencia de la droga y mezcla de la marihuana o combinación de la misma con otras drogas.
Encuesta domiciliaria nacional sobre el abuso de drogas (NHSDA)t
La marihuana sigue siendo la droga ilícita de mayor consumo en los Estados Unidos. Se estima que 2,4 millones de personas empezaron a usar marihuana en 1995. Según datos de la NHSDA de 1996, más de 68,5 millones de estadounidenses (32 porciento) de 12 o más a‚os de edad, habían probado la marihuana por lo menos una vez en sus vidas, y casi 18,4 millones (8,6 porciento) la habían usado en el último a‚o. En 1985, 56,5 millones de estadounidenses (29,4 porciento) habían usado marihuana en el último año.