El consumidor casual o social es la persona que no le da ninguna importancia al alcohol, ni a otras drogas. Bebe alcohol ocasionalmente, y no usa la droga por sus efectos, ni la busca. El consumo de estas sustancias no crea ningún problema para él, ni para su familia, o demás personas que lo rodean. Esta persona puede disfrutar de cualquier evento social sin ingerir ningún tipo de droga, sin preocuparse de si hay o no alcohol. Esto es secundario. No busca resolver sus necesidades físicas, mentales o emocionales, mediante el consumo de alcohol u otras drogas ilegales, o drogas prescritas, sino que usa las prescritas solamente de acuerdo con las indicaciones del médico, en la menor cantidad posible y como última medida. Nunca usa drogas ilícitas.