Los signos y síntomas de consumo varían de acuerdo a la cantidad y clase de sustancia que se ingiere.
Pero existen signos directos e indirectos que nos muestran la posibilidad de que una persona esté consumiendo alguna droga.
Estos son algunos de estos signos:
– Marcas de agujas en los brazos
– Disturbios del apetito.
– Cambios en la forma de hablar.
– Cambios bruscos del estado de ánimo.
– Desaparición de objetos, valores o medicamentos en la casa.
– Bajo rendimiento escolar.
– Nuevos y extravagantes amigos.
– Pérdida sospechosa de objetos personales.
– Discusiones constates.
– Pérdida de peso.
– Conducta irresponsable.
– Uso de incienso o gotas para los ojos sin razón aparente.
– Problemas con la ley.
– Alucinaciones.
– Hallazgo de hojas de afeitar o cucharitas.
– Desnutrición.
– Comentarios acerca de suicidio.
– Deseos de escapar de casa.
– Falta de motivación.
– Mentiras frecuentes.
– Accidentes de tránsito repetidos.
– Problemas en las relaciones familiares.
– Tos persistente.
– Rebeldía.
– Conducta hipermaníaca.
– Aislamiento.
– Nariz permanentemente congestionada.
– Irritabilidad.
– Mareos.
– Dedos manchados.
– Sueño pertinaz.
– Quemaduras en los labios.
– Ojos irritados.
– Mirada perdida.
Hay que recordar que ninguno de estos síntomas por si solos constituyen una prueba de que la persona esté usando drogas, y que algunas veces en la adolescencia se pueden presentar, sin que esto sea a causa del uso de drogas.