En la página 265 del Reporte al Congreso sobre Alcohol y Salud, de enero, 1990, publicado por el Departamento Federal de los Estados Unidos, se exponen estudios que sugieren que estar involucrado en A.A. es más valeroso para mantener la abstinencia que estar en tratamiento profesional. Esto se debe a que los programas profesionales ayudan a reducir la cantidad de alcohol que se usa, pero no promueven tan efectivamente la abstinencia total.
Otros estudios demostraron que una persona en la etapa avanzada de su adicción que asistía frecuentemente a reuniones de A.A. mantenía abstinencia y buena salud; personas en la etapa crónica de la enfermedad que no asistían frecuentemente a A.A. seguían con su adicción muy activa, y con pobre estado de salud. En un estudio de 1988, encontraron que los miembros de A.A. que se mostraban abiertos a dar y a recibir en los grupos, reportaban un bienestar muy superior a los que solamente daban, o solamente recibían, o los que tenían niveles muy bajos de participación.
Todos estos estudios refuerzan lo que explicamos anteriormente. Los investigadores indican que Alcohólicos anónimos es un recurso sumamente efectivo Como parte del seguimiento de los pacientes que salen de tratamientos para el alcoholismo, pero también para los demás tipos de adictos a otras drogas, a la comida, al juego, etc.
Se ha encontrado mucha más recuperación entre los que asisten a los grupos, en comparación con los que no asisten a los grupos. Las recaídas son más frecuentes entre quienes no asisten. Se reporta que el 40% de los miembros de los grupos de autoayuda nunca recaen; otro 30% tiene que tratarse dos o tres veces, antes de lograr la sobriedad permanente.
Dos estudios más demostraron la efectividad de hacer al alcohólico responsable de su propia recuperación. Esto parece explicar por qué la filosofía de A.A. funciona tan bien. En el programa de A.A. el alcohólico no puede echar la culpa a nadie por nada. Los pasos le ayudan a descubrir el poder que tiene dentro de sí mismo, con la ayuda de lo demás, para resolver sus problemas y llegar a una vida productiva y sana. De esta manera, no puede usar excusas para no recuperarse. El poder y la responsabilidad están en él.
En resumen, tenemos que notar que a pesar de que es difícil extraer cifras estadísticas de Alcohólicos Anónimos, porque la organización de este grupo no incluye métodos de control de asistencia de sus miembros, los estudios científicos que existen comprueban lo mismo que indicamos arriba. O sea, que los grupos de A.A. obtienen resultados muy efectivos en el tratamiento de sus miembros.
Mas, muchos de los adictos que tienen varios a‚os de recuperación han dejado de asistir frecuentemente a las reuniones, y viven vidas normales y activas en sus comunidades. Se sabe que los números de casos exitosos son hasta más grandes de lo que se imagina. Aun así, los estudios consistentemente reportan que es más probable que el adicto mantenga la recuperación y continúe en sobriedad si asiste y participa en los grupos de autoayuda, que si no lo hace. Tendrá más asegurada la recuperación a largo plazo.
En fin, la experiencia y la ciencia hablan por sí solos en todos los grupos de autoayuda… ya sea A.A., O.A., J.A. o Al-Anon, o Nar-Anon, etc. Quien es sincero en buscar ayuda para un adicto, un familiar o para si mismo, los grupos de autoayuda deben ser la primera elección. Son anónimos, son gratis, son accesibles, no exigen más de lo que la persona quiere o puede dar; son un sustituto para una familia en los casos de quienes no la tengan; son un lugar seguro para volver a comenzar a socializar; donde se descubre que todos siempre tenemos algo que dar y alguien que quiere recibir, y viceversa.