Establecer la logística de la intervención
El grupo debe decidir quién le hablará primero y en que orden irán tomando la palabra.
Deben decidir en qué lugar y a qué hora se va a realizar la intervención.
Hay que escoger al miembro más influyente de la familia, el que más enterado esté de la logística de la intervención, para que sea él quien responda a las dudas que puedan surgir de parte del adicto.
Hay que definir cómo van a hacer para que el adicto venga a la intervención sin mentirle.
Es imprescindible que la intervención se haga a una hora en que el adicto no esté bajo la influencia de drogas o alcohol, el mejor momento es cuando ha habido una crisis, y el adicto tiene remordimientos por algo que hizo.
La parte más dura de la intervención es mantenerse firmes hasta que se consiga un acuerdo para el tratamiento. Normalmente, la persona admite que hay problema, pero piensa que lo puede solucionar sola. O dice que puede asistir al tratamiento la semana siguiente, o ma‚ana, etc. Tenemos que insistir en que entre a tratamiento inmediatamente. Es importante que todos sean una sola voz.
Si la persona está entre el 15% que no responde a este método, no quiere decir que la intervención haya sido en vano, la semilla fue plantada y la intervención ha sido beneficiosa para toda la familia pues no seguirán facilitándole su enfermedad.
Ya saben donde ayudarse a si mismos independientemente de lo que haga el adicto.