La información que existe hoy día sobre los hijos de adictos, es suficiente para llenar muchos libros. En los Estados Unidos, dicen que hay 28,000,000 de hijos de alcohólicos en los sistemas escolares, hay millones en nuestros trabajos, en nuestras iglesias; son personas que conocemos diariamente, nos urge entenderlos, y si nosotros somos hijos de alcohólico o adicto, nos urge buscar toda la información que podamos sobre este tema para aprender a entendernos mejor a nosotros mismos. Quizás este malestar que sufrimos y que no podemos identificar, viene de nuestras experiencias como hijos de adictos, y esto tiene remedio ¡Se puede quitar la máscara y enfrentarse consigo mismo realmente! Nunca es tarde.
Hay cinco mensajes muy importantes para la familia del adicto:
1. La adicción no es su culpa.
2. La familia no es la causa de la enfermedad.
3. La familia no puede controlar la enfermedad.
4. La enfermedad no es culpa del adicto tampoco.
5. Los familiares deben de buscar ayuda para si mismos, independientemente de lo que suceda con el adicto.
Hay ayuda, hay esperanza. La adicción es una enfermedad biopsicosocial. Es una enfermedad tratable. Por consiguiente, el adicto puede recuperarse, y la familia también. Millones se han recuperado y viven vidas muy hermosas. Cuando se quitan las máscaras, lo que se descubre es que el sufrimiento de años ha dejado como huella una gran sensibilidad, comprensión y compasión, características que sirven mucho para ayudar a otros que sufren de la misma enfermedad. Sólo hay que mirar y descubrir los tesoros que hay detrás de las máscaras. Después de todo, la familia de un adicto es una familia de sobrevivientes.